PINOCHO
Autor:Eduardo A. Trujillo Raygoza
Ilustraciones: Diana G. Raygoza Sedano y
Jorge A. Trujillo Raygoza
Coleccion: Mexico 2012
Autor:Eduardo A. Trujillo Raygoza
Ilustraciones: Diana G. Raygoza Sedano y
Jorge A. Trujillo Raygoza
Coleccion: Mexico 2012
Erase una vez en una vieja Vecindad, Jorge, un señor amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construido este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Jorge decidió llamarlo Alejandro
Aquella noche, Jorge se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Alejandro tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.

Al día siguiente, cuando se despertó, Jorge no daba crédito a sus ojos. Alejandro se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero.
Feliz y muy satisfecho, Jorge mandó a Alejandro a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito el Mimo, el consejero que le había dado el hada buena.
Pero, en el camino del colegio, Alejandro se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del Mimo. En lugar de ir a la escuela, Alejandroo decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas.
Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada.
Alejandro acabó reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Jorge Supo entonces que Jorge al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena.
Pinocho, con la ayuda del Mimo se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito. Cuando Alejandro estuvo frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él.
Dentro de la tripa de la ballena, Jorge y Alejandro se reencontraron. Y se pusieran a pensar cómo salir de allí. Y gracias al Mimo encontraron una salida. Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes. Todos se encontraban salvados
Alejandro volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años.





